Si te gusta la naturaleza en su estado puro, haces trekking, y disfrutas del tacto de la arena blanca bajo tus pies, no lo dudes.
Esta isla brasileña, frente a las costas de Río de Janeiro, te ofrece una combinación perfecta de playas paradisíacas y bellas rutas a través de la mata atlántica para todos los niveles.
¿A qué esperas?
Cuándo ir
La temperatura en Ilha Grande, aunque algo más baja en invierno, siempre es agradable. Las temperaturas en julio (el mes más frío) varían de 16 a 25ºC, mientras que de enero a febrero (los meses más calurosos), las temperaturas suben de 22 a 32ºC.
Deberíais tener más en cuenta las precipitaciones, que, a pesar de estar presentes a lo largo de todo el año, son mucho más abundantes durante diciembre y enero. En estas fechas, además, es cuando la isla está más atestada de turistas, así que os recomiendo evitarla dentro de lo posible.
Nosotros estuvimos en esta isla durante una semana a principios de septiembre de 2014. Nos llovió un día de forma abundante y otros dos amaneció bastante nublado. El resto del tiempo fue ideal. Si no brillaba el sol, la temperatura rayaba el límite para hacer planes de playa, pero era perfecta para el trekking. Al ser temporada baja, evitamos las aglomeraciones de turistas. En resumen, elegimos la temporada que más se ajustaba a nuestras preferencias, y acertamos.
Cómo llegar
Para llegar a la isla desde Río de Janeiro hay varias opciones. La opción más cómoda, y por lo tanto más cara, es contratar un servicio de transporte desde tu hotel en Río de Janeiro, o directamente desde el aeropuerto, hasta la isla. Este tipo de empresas suele incluir en el precio el transporte en furgoneta y el trayecto en barco. Existe una opción más económica tomando un bus de la línea Costa Verde hacia Angra dos Reis.
Nosotros hablamos con los anfitriones de la posada que habíamos contratado (Posada Ouro Verde) y ellos nos ofrecieron un servicio de recogida en aeropuerto y transporte hasta la isla por 210 BRL / pareja; bastante más barato de lo que ofrecían las empresas que encontré navegando por la web. Así que os animo a poneros en contacto con vuestro hotel/posada antes de tomar una decisión.
Conceição de Jacareí es la localidad más próxima a Río de Janeiro desde dónde se puede tomar el barco hacia Ilha Grande. El trayecto en coche desde Río hasta este pueblo dura aproximadamente 2 horas, dependiendo del tráfico.
Después, el viaje en barco desde aquí hasta Vila do Abraão (población más importante de Ilha Grande) suele ser de 50 minutos, a no ser que optes por una lancha rápida, menos económica, que tarda sólo unos 30 minutos.
Sin embargo, tras 1 hora de tren, 12 horas de vuelo transatlántico y casi 2 horas de carretera (en nuestro caso), 50 minutos de barco no son nada, sobre todo teniendo ya a la vista la silueta de Ilha Grande.
Equipaje recomendado
Vila do Abraão es un pequeño pueblo costero totalmente volcado al turismo, pero a la vez muy sencillo. Los caminos no están asfaltados, son de arena, así que desaconsejamos las maletas con ruedas y/o llevar equipaje muy pesado.
Si eres de los que no puede controlarse a la hora de hacer la maleta, siempre podrás encontrar carreteros que te ayuden por poco dinero.
Imprescindibles en la maleta:
- Dinero en metálico, no hay cajeros automáticos en la isla. Aunque en casi todos los comercios podrán cobrarte con tarjeta, la mayoría de agencias de excursiones y hoteles te cobrarán un % del total por pagar así.
- Linterna o frontal.
- Zapatos para caminar (deportivas o botas de montaña).
- Pantalón y manga larga como lucha antimosquito cuando cae el sol.
- Lectura, ya sea novela o guía de viaje (en este caso, os recomiendo la Lonely Planet Brasil)
Imprescindibles que podéis llevar o encontrar allí sin problemas:
- Bañador/bikini (en Brasil está prohibido el topless chicas, así que bikini completo)
- Pareo o toalla poco pesada y de secado rápido
- Crema de protección solar
- Loción antimosquitos
- Chanclas de plástico
Puntos de interés
Hay dos opciones para moverse por esta isla prácticamente libre de coches: a pie o en barco. Y a casi todos sitios puedes llegar de una u otra forma, todo depende de cuánto tiempo estés dispuesto a caminar.
En el mapa, que se encuentra al final de este artículo, podrás consultar las rutas en barco y ver dónde se encuentran los lugares más interesantes que visitamos durante nuestra semana en Ilha Grande, de los cuales hablo a continuación:
Excursiones en barco
Como cabe esperar, Vila do Abraão está llena de agencias que te ofrecen distintos tipos de excursiones (en lancha, en su mayoría).
Podrás encontrar tanto transporte simple, rápido o lento, hacia las playas más populares (como Lopes Mendes) como excursiones de 6 horas alrededor de la isla, para hacer snorkel y visitar las zonas más alejadas de la misma. También se organizan caminatas guiadas al Pico de Papagaio o salidas de submarinismo.
Seguramente, tu alojamiento te pondrá en contacto con una de estas agencias. Los precios son los mismos o muy similares entre ellas.
Las excursiones más populares son la media vuelta y la vuelta completa a la isla. En ambos casos, el precio de la excursión incluye agua de cortesía y uso de máscara y tubo de snorkel, provistos por la lancha rápida, con capacidad para unas 10-15 personas.
Antes de comenzar el recorrido, paran a comprar hielo a un bote algo más alejado de la costa, y rellenan un compartimento frigorífico de la lancha para que puedas guardar ahí las bebidas personales que desees llevar, además del agua de cortesía. Puedes llevar comida o comer en un restaurante ya acordado por la lancha en una parada de 1h en mitad o hacia el final del recorrido.
El conductor/guía te dará un menú para que elijas tu plato antes, con el fin de que el restaurante lo tenga listo a tu llegada. Son chiringos de playa con los precios un poco más altos de los habituales en la isla (su única competencia es el sándwich que tú puedas llevar), pero tanto la comida casera como el pescado fresco son realmente buenos.
Media vuelta a la isla
Esta excursión sale cada día, y su horario está fijado de 10 a 17h (5 horas de duración). Aunque raramente son puntuales; las lanchas rápidas parten de la playa de Vila do Abraão aproximadamente a las 10.30.
En temporada baja cuesta 80 R$ por persona (70 R$ si pagas en metálico), y aproximadamente 100 R$ en temporada alta.
El recorrido de esta excursión transcurre en la cara norte de la isla, más protegida por el continente, y consta de las siguientes paradas:
Lagoa Azul – Lagoa Verde – Maguariquessaba (comida) – Praia do Amor – Praia di Feiticeira.
Vuelta completa a la isla (recomendada)
Esta excursión no sale todos los días, sino que depende del estado del mar, al recorrer también la cara sur de la isla, más expuesta a las corrientes y vientos del Atlántico.
Las agencias suelen informar a los hoteles el día de antes si la excursión va a tener lugar o no, así que, si te interesa, en tu hotel te pueden mantener informado.
Esta actividad cuesta 130 R$ por persona (120 R$ si pagas en metálico) y dura unas 6 horas (de 9.30 a 18, con media hora de margen para salir).
Si sólo puedes hacer una excursión, te recomiendo hacer ésta. Las playas más bellas de la isla están en la cara sur de la misma, y no serás capaz de llegar andando a muchas de ellas. El recorrido de esta excursión es el siguiente:
Caxadaço – Parnaióca – Aventureiro – Meros – Lagoa Verde – Maguariquessaba (comida).
En concreto, para nosotros destacaron la playa de Aventureiro, bellísima, con un número limitado de visitantes diarios, y Meros, dónde disfrutamos más del snorkeling.
Si quieres ver una muestra del tipo de vida marina que te encontrarás buceando alrededor de la isla, échale un vistazo al vídeo resumen al final de este artículo.
Playas a pie (o no)
Dois Ríos
Ésta es una de las playas más bellas de la isla.
Se puede llegar andando en 2,5 horas a ritmo normal por un camino de tierra ancho (cabe un coche) rodeado de vegetación. La mitad del camino es cuesta arriba, mientras que la segunda mitad es cuesta abajo, aunque nunca demasiado pronunciada.
Existen dos atajos dentro del recorrido.
Uno inicial, desde Vila do Abraão hasta el primer cuarto de caminata, que es demasiado escarpado, y no está indicado, por lo que tendrás que abrirte camino entre la maleza monte arriba.
El segundo, que comienza aproximadamente a mitad del trayecto (ya cuesta abajo), se esconde tras una abertura en el tapizado de bambú a la derecha del camino. Éste pasadizo es mucho más estrecho y bonito, pero tendrás que sortear riachuelos, piedras y vegetación.
Ambos atajos, a pesar de ser más cortos en distancia que el camino normal, no recortarán la duración de tu viaje, ya que tendrás que avanzar más lentamente. Si no sois amantes de adentraros en la mata atlántica salvaje, os recomiendo seguir el camino normal, muy placentero y sin sobresaltos.
Recordad que para volver es mejor partir con tiempo suficiente previo a la puesta de sol. Ya que el camino no está iluminado, os conviene llegar a Vila do Abraão antes de que caiga la noche.
El trayecto termina en lo que fue la Colonia Penal Cándido Mendes, dónde antiguamente se encontraba la cárcel de Ilha Grande.
El lugar os recordará a un pueblo fantasma: casas grandes de dos pisos abandonadas al paso del tiempo y la vegetación, separadas entre sí por calles anchas y desiertas.
Hay un pequeño centro de visitantes, donde debes firmar al entrar, y un establecimiento que reza “comidas caseras”. En temporada baja sólo podrás conseguir aquí un sándwich de queso, chips y bebidas. Sin embargo, la instalación no parecía estar preparada para servir platos en temporada alta. Si quieres algo más elaborado, te recomiendo llevar tu propia comida.
Siguiendo el sonido del mar llegarás a la impresionante playa de arena blanca, enmarcada, como su nombre indica, entre dos ríos. En general es ventosa, al igual que Lopes Mendes, ideal para surfear.
Pasear por ella es un placer para los sentidos. Te aseguramos que la caminata habrá merecido la pena.
Lopes Mendes
A la afamada playa de Lopes Mendes puedes llegar caminando en algo más de 3 horas o en bote, el cual te deja en Pousos (en el norte de la isla), para que hagas el último trayecto de unos 30 minutos caminando hasta Lopes Mendes.
La ruta completa desde el pueblo es muy bonita, ancha pero escarpada. Sube hasta ofrecerte vistas de Vila do Abraão y luego desciende pasando por las playas de Palmas, Mangos (ambas preciosas) y Pousos.
Si no llevas comida, espera a llegar a Lopes Mendes, donde encontrarás pequeños puestos con bocadillos, chips y bebidas. Cualquier cosa más elaborada deberás llevarla contigo.
La llegada a Lopes Mendes es espectacular.
Durante el último tramo del camino estarás pisando ya la arena blanca más fina que puedas imaginar. Y al final, la mata atlántica, a través de una especie de puerta natural, abrirá paso al mar.
Esta línea de arena kilométrica (3000m de longitud), al estar orientada hacia el sur de la isla, es bastante ventosa, por lo que hace las delicias de los surfistas. De todas formas, aunque no te vayan mucho las olas, te recomiendo que no salgas de la isla sin haber paseado por ella. No te arrepentirás.
Playa Abraaozinho
A esta playa puedes llegar en taxi-boat o andando durante 30 minutos.
El camino, muy poco exigente, merece la pena, ya que, para llegar, cruzas otras 2 o 3 playas y pasas junto a una preciosa ceiba (‘kapok tree’, en inglés), que es una auténtica maravilla arquitectónica natural.
Una vez en ella encontrarás dos chiringuitos, frente a la zona de taxi-boats, donde podrás comer pescado fresco muy bueno, y una zona más apartada al fondo, libre de barcos y con pequeños árboles que te darán sombra.
Es un lugar ideal para pasar el día cuando te despiertas perezoso en el paraíso.
Feiticeira
A esta pequeña playa puedes llegar en barco o andando. Lo habitual es ir a pie, siguiendo un bello camino que pasa por otras calas, las ruinas de una cárcel anterior a la de Dois Rios, un acueducto y un bonito salto de agua del cual la playa toma su nombre.
Se tarda entre 1 y 2 horas en llegar a ella. Encontrarás sólo un pequeño puesto con bebidas y chips, y aquí te informarán de los horarios del barco de regreso.
Alojamiento
Hay pocos hoteles lujosos, y éstos suelen encontrarse fuera del pueblo, en zonas más tranquilas de difícil acceso. Casi todo el resto de los hoteles o ‘pousadas’ son de tipo medio.
Dentro del pueblo en sí podríamos diferenciar tres zonas:
- Línea de playa: Aquí los hoteles gozan de vistas al mar. Entre ellos se encuentran algunos favoritos de los consumidores en Tripadvisor y Booking.com. Se agotan muy rápido, si te interesa esta zona, reserva con tiempo. Tienen una localización idílica a pie de playa, aunque no hay que perder de vista que se trata de un pequeño puerto, lleno de botes a motor anclados a pocos metros de la costa. Es decir, pasear con los pies descalzos por su arena fina al caer el sol sí, pero seguramente no te bañarás en ella. Por supuesto, estar tan cerca de la playa, a su vez llena de bares y restaurantes con encanto, tiene su lado negativo: estarás expuesto a algo de ruido nocturno.
- Centro del pueblo, o parte llana: La mayor parte de hoteles, ofertas de restauración y actividades se encuentra en esta parte del pueblo. Los precios pueden ser algo más bajos al no encontrarse en primera línea de playa, a pesar de que apenas tendrás que dar unos pasos para llegar a ella. Aquí también sufrirás algo el rumor de la vida nocturna. Pero ya sabes lo que dicen, si no puedes con ellos… ¡únete!
- La zona alta del pueblo: Conforme empiezas a subir las cuestas del pueblo, dejando el mar a tu espalda, el porcentaje de hoteles disminuye, al igual que la restauración. En esta zona es donde encontrarás más casas familiares y menos luz y ruido nocturno. Si tu intención es dormir mecido por los sonidos propios de la mata atlántica, busca tu posada/hotel en esta zona. Debes tener en cuenta que, cada vez que quieras volver a tu habitación, incluido el día que has ido y vuelto de Dos Ríos, deberás subir la cuesta. Nosotros nos alojamos en esta zona, en la Posada Ouro Verde.
Posada Ouro Verde
Perdida en lo alto del pueblo, la posada Ouro Verde está inmersa en un pequeño jardín con encanto. Puedo daros tres razones de peso por las que elegir esta posada:
- El silencio nocturno: Desde tu cama escucharás chillidos de monos, graznidos de pájaros y el rumor del río que corre junto a ella. Nada más.
- La zona de desayuno: Y no me refiero al desayuno, que en sí era maravilloso, variado y diferente cada día, siempre con tortitas recién hechas, pan tierno, mermeladas artesanales, zumos naturales y tartas o dulces caseros. Sí, pero no. Me refiero a la fiesta de monos ‘tití’ o ardilla que aparecen la mayor parte de los días a reclamar un poco de banana; y al baile de colibrís que se acercan a beber jarabe de comederos colgantes. Simplemente delicioso. Puedes ver los vídeos que tomamos de estos tres simpáticos titís al final del artículo.
- Los dueños: Tanto ellos, como las personas que trabajan con ellos, son encantadores. Muy amables y atentos. Te ayudarán y aconsejarán en todo lo que necesites.
Algún punto negativo:
- La cuesta para subir después de la cena puede dar algo de pereza.
- El camino hasta la entrada del hotel estaba lleno de heces de perro de las casas colindantes. Nada grave, aunque… ¡recuerda llevar una linterna a la noche para no pisarlas!
Restaurantes
En general, en esta isla se come muy bien; sobre todo si te gusta el pescado, y los platos suelen estar pensados para dos personas. Como seguramente cada día comeréis en alguna playa, ya sea en chiringuitos o de bocadillo, aquí os dejo, en orden de preferencia, mis recomendaciones para una cena deliciosa:
Don Mario
Es un lujo comer en este restaurante escondido al final de una callejuela perpendicular al paseo marítimo. Puedo recomendar el pescado con coco y banana o el plato de camarao con basílico, realmente deliciosos. Fue nuestro favorito.
Lua e Mar
Exquisito restaurante a pie de playa (literalmente, cenamos con los pies descalzos en la arena, ¡qué maravilla!). Aquí recomiendo el bobó de camarao, espectacular. Y, cómo no, ¡las caipirinhas! Que disfrutéis de la cena romántica.
Biergarten
Restaurante al kilo con muy buena relación calidad/precio en la calle central del pueblo, anexo a la posada del mismo nombre. Podrás elegir libremente del buffet lo que te apetezca (ensaladas varias, verduras, tortas saladas, carne y pescado) y pagar el peso de tu plato al final. Toda la comida es casera y muy buena. Además te darán acceso al wifi del establecimiento.
Tropical Grill
En el extremo izquierdo del paseo marítimo, se encuentra este restaurante bastante ordinario en aspecto, pero que sirve buenos platos y muy abundantes. La cacerola de pescado a la tierra (con banana), por ejemplo, está riquísima.
Vídeos
Aquí tienes algunos de los mejores momentos que vivimos en IIha Grande. ¡Que los disfrutes!
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Links de utilidad
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- Posada Ouro Verde.
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carlos dice
hola celi te gusta el buceo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ a mi me encanta . un abrazo
Celi dice
¡Hola Carlos! Sí, adoro bucear. El mundo submarino es espectacular, a pesar de que lo estemos amenazando con pesca no sostenible, vertidos de petroleo y toneladas de plásticos. Si más gente viera las maravillas que esconde, estoy segura de que muchos más tomarían conciencia de la urgente necesidad de protegerlo. El mar depende de nosotros, tánto como nosotros de él. ¡Un abrazo y gracias por tu comentario! Celi.