Si solo vieras 1 fotografía, creerías que la playa de Balos se encuentra en el caribe. Pero este paraíso turquesa pertenece a Creta, la mayor isla griega.
La belleza de sus lagunas es, sencillamente, única.
¿Quieres descubrirlas? Sigue leyendo.
La playa de Balos
Conforme te acerques al mirador, aparecerán frente a ti dos lagunas de agua turquesa como sacadas de una postal caribeña. Ambas están separadas por una lengua de arena fina, el único nexo de unión entre el islote de Tigani y la península de Gramvousa.
Y cuando bajes hasta la orilla, te darás cuenta de que la famosa Elafonisi no es la única playa de color rosa en Creta.
Para pasar la jornada puedes alquilar una de las tumbonas (sombrilla + 2 hamacas a 6€ en septiembre de 2103), o extender tu toalla donde te plazca. Por si te interesa, los extremos son los lugares más tranquilos.
Decidas lo que decidas, no te limites a explorar solo un área. Merece la pena descubrir cada rincón de Balos.
¿Mi consejo?
Lleva pocos objetos de valor y una bolsa estanco donde quepan todos. Así podrás dejar el resto (ropa, toallas, comida…) en tu ‘campamento base’ y explorar la zona sin miedo a perder tus pertenencias.
El lado izquierdo de la playa cuenta con apenas un palmo de agua sobre la superficie, por lo que resulta un escenario genial para bañarse con niños pequeños, jugar a las palas o posar en plan sirena varada (te tengo mucho aprecio, no te voy a torturar con esas imágenes, no te preocupes). 😉
La laguna derecha, sin embargo, es algo más profunda, lo cual permite nadar y recrearse en sus aguas ‘caribeñas’.
Justo en ella fue donde el pececillo que ves en la foto se ganó el sobrenombre de pez Psico. Si te quedas quieto más de 30 segundos y tienes a uno de estos rondándote, prepárate para sentir un pellizco en las piernas mientras te intenta ‘limpiar’ las impurezas.
No sabía que eliminar la ‘piel muerta’ doliera tanto…
El pequeño Psico estaba tan concentrado en su trabajo, que se pasó gran parte del día persiguiéndonos mientras nadábamos para aprovechar cualquier despiste y ponerse ‘bocaditos’ a la obra. 🙂
Cómo llegar
Acceso por carretera
Existe una vía sin asfaltar, de tierra rojiza y grava, que lleva desde las cercanías de Kaliviani y el puerto de Kissamos hasta la playa de Balos (o casi).
Al inicio debes pagar la entrada al parque natural (1€ por persona en 2013).
A pesar de que el recorrido en coche cuenta tan solo 7,8km, las condiciones del terreno harán que tardes unos 30 minutos en completarlo.
Pero si te gustan los animales en libertad, la velocidad no será un problema. Decenas de cabras salpican el paisaje e incluso se acercarán a tu ventanilla si las llamas. Están acostumbradas a que los turistas les den de comer.
Al final del trayecto se encuentra la zona de aparcamiento, donde las plazas se agotan rápidamente en temporada alta. Por lo tanto, es posible que veas una fila de coches estacionados en el «arcén» conforme te acercas a tu destino.
Desde el parking te quedan 1,2 km a pie hasta la playa de Balos y, aunque es posible andar esa distancia en chanclas de dedo, tu mejor opción son las zapatillas de deporte.
El primer tramo es fácil y casi sin pendiente. Poco después llegas a un mirador con una de las estampas más hermosas de Creta: las lagunas de Balos.
Desde ahí, el camino se vuelve algo exigente, pedregoso y empinado cuesta abajo (o cuesta arriba durante el regreso). Nada que se resista a cualquier calzado que agarre el tobillo. 😉
Excursión en barco
Desde el puerto de Kissamos parten a diario una o varias embarcaciones (dependiendo de la temporada) en dirección a la península de Gramvousa.
Si te apuntas a una de estas excursiones tendrás la oportunidad de visitar la isla Imeri Gramvousa y las ruinas de su castillo veneciano, además de pasar unas 3 horas en la playa de Balos.
A finales de septiembre de 2013, este barco llegaba a las lagunas alrededor de las 14.00 y partía de nuevo a las 17.00.
Dónde dormir
Entre todos los alojamientos cercanos a Balos (Kissamos), nosotros nos alojamos en 2 de ellos durante varios días:
- En Anavaloussa Apartments (Viglia Kalyvianis), nos dieron un pequeño estudio con 2 niveles por 33€/noche, 2 personas. Contaba con terraza y piscina, además de una pequeña playa frente al hotel. La única pega es que el suelo del baño se mojaba demasiado cuando te duchabas. El desayuno era muy simple y costaba 1,5€ extra. Pero, ¿qué más vas a pedir por ese precio?
- En el Balos Beach Hotel nos dieron habitaciones muy grandes con vistas a la piscina por 35€/noche, 2 personas. También cuenta con piscina y está de camino a la playa de Balos, de forma literal. Más cerca, imposible. El punto negativo es que el desayuno valía 7€ y, aunque era más completo que el anterior, tampoco estaba para tirar cohetes (la selección mejoraba si llegabas a primera hora).
Cuando vuelva (porque volveré…), es muy probable que elija de nuevo el Balos Beach Hotel, tanto por su situación como por la comodidad y amplitud de la habitación en sí misma.
Dónde comer
Si hay un restaurante que necesitas probar una vez en tu vida (sí, necesitas es el verbo adecuado en este caso, sin exagerar), es este:
Gramvousa (o Gramboussa) Restaurant
Bueno, a lo mejor exagero un poco, vale…. Pero es que solo con recordarlo se me hace la boca agua.
Se encuentra en Kalyviani, a 1 km (2 minutos en coche) del Balos Beach Hotel, y más que por su letrero (que no entenderás a no ser que sepas griego) lo reconocerás por su jardín trasero con vistas salpicado de árboles y mesas.
Tiene unos precios muy asequibles. La cena para 2 personas nunca nos salió a más de 28€. Y eso que estuvimos allí un total de ¡6 noches!
¿Por qué tantas? Porque el sabor de sus platos era ESPECTACULAR.
Te recomiendo probar el boureki (verduras al horno con una mezcla de quesos autóctonos), la moussaka, el lechón, el conejo al vino y, sobre todo, el cordero con miel al horno.
En las mesas encontrarás como cortesía una botella con agua del grifo (la puedes beber con tranquilidad) y otra pequeña de raki, el licor digestivo de uva griego que se produce en la propia Creta. Te recomiendo dejarlo para el final de la cena. 😉
De postre puedes escoger tú mismo la pieza que te apetezca de una mesa con gran variedad de frutas de temporada o pedir algo dulce (fuera de carta). Alguna de las noches que pasamos allí probamos unos rulos de leche frita con miel deliciosos.
Cuándo ir
En temporada alta (julio y agosto), las plazas de aparcamiento se acaban con rapidez, así que te conviene llegar a primera hora de la mañana para conseguir sitio cerca del camino.
Nosotros visitamos Creta a finales de septiembre/principios de octubre del 2013, cuando apenas quedaban turistas, así que no fue necesario madrugar demasiado.
Links de utilidad
- Excursiones en barco desde el puerto de Kissamos.
- Anavaloussa Apartments.
- Balos Beach hotel.
- Otras ofertas hoteleras cerca de Balos.
- Vuelos a Creta: Trabber, eDreams, Momondo y Vueling.
- 5% de descuento al contratar tu seguro de viajes con IATI.
Y aquí puedes ver el resto de mi viaje a Creta:
- La verdad sobre Elafonisi: la playa rosa más famosa de Creta.
- Ruta E4 entre Paleochora y Sougia: un trekking de costa.
- Trekking por la garganta de Samaria.
¿Qué más necesitas saber sobre Creta y la playa de Balos?
Déjame tus preguntas en los comentarios y estaré feliz de ayudarte en todo lo que pueda. 🙂