¿Y si te dijera que existe una región en el centro de Italia tan bella como la Toscana pero aún desconocida (o casi)? Umbria va a dejarte con la boca abierta. No seas el último en conocerla.
Por qué Umbria
A la sombra de la renombrada Toscana italiana, se sitúa la mucho menos conocida Umbria.
Está situada en el centro de Italia; tanto es así, que cae justo debajo de la palabra ITALIA en el Google Maps.
Y, os lo aseguro, no tiene nada que envidiar a su famosa vecina.
Umbria y Toscana comparten el mismo tipo de paisaje: campos verdes salpicados de esbeltos cipreses, masías aisladas en las llanuras, pueblos medievales amurallados en perfecto estado de conservación…
Sin embargo, ciertas diferencias invitan a no pasar por alto esta zona de Italia. Por ejemplo:
- Tanto Umbria como la Toscana, ofrecen una experiencia gastronómica deliciosa, aunque bastante diversa una de la otra. En Umbria encontrarás, entre otros, sabrosos embutidos con pan sin sal, trufas frescas y muchas recetas a base de las más que variadas legumbres cultivadas en la zona (algunas hasta ahora desconocidas para mí, como es el caso de la roveja).
- En Umbria, muchos de los pueblos medievales son de origen etrusco, una civilización que vivió en esta zona en la época de los romanos.
- A diferencia de la Toscana, Umbria no tiene mar. Sin embargo, su gran Lago Trasimeno hace las veces de playa.
- Umbria es mucho menos conocida, por lo que las aglomeraciones son menos habituales en temporada alta. Si te gusta hacer turismo de forma relajada, ésta es una gran opción para ti.
Umbria ha sufrido muy recientemente una serie de terremotos que han causado más de 200 muertes y graves daños arquitectónicos. La pequeña población de Amatrice fue destruida por completo durante los temblores de tierra. Y Castelluccio de Norcia también ha sufrido graves daños, además de haber quedado incomunicada durante un largo tiempo.
Desde este humilde blog me gustaría enviar un mensaje de afecto y solidaridad con los afectados y a todo el pueblo italiano. En especial, me gustaría agradecer a uno de nuestros lectores, Luis, su valiosa aportación como voluntario en la zona de Umbria para ayudar en la reconstrucción y atender a las víctimas.
Desde aquí me gustaría animaros a solidarizaros con las personas afectadas de la forma que creáis más conveniente. Contribuir en el flujo turístico que recibe podría ser, por ejemplo, una manera de impulsar parte de su economía.
Cuándo Ir
Climatológicamente hablando, la mejor época para recorrer Umbria es en primavera. Las temperaturas son suaves y las precipitaciones sólo ocasionales. Además, en esta época la concentración de visitantes será intermedia.
En verano, sin embargo, las temperaturas pueden ser agobiantes y, en general, el número de turistas es mucho mayor. En otoño las lluvias son más habituales, y en invierno hace demasiado frío.
A pesar de esto, durante todas las estaciones del año encontrarás algo mágico en Umbria. Ya sean flores de mayo en Spello, como nieves en diciembre y enero en Castellucio de Norcia, entre muchas otras.
Dependiendo del valor que le des a hacer turismo alejado de las aglomeraciones, te interesará evitar celebraciones religiosas, festividades italianas o locales, y eventos renombrados.
En cada una de las entradas ligadas a este artículo podrás leer las especificaciones para cada lugar. Nosotros realizamos esta ruta por Umbria en abril del 2016, durante 9 días.
Cómo desplazarse
¿De ruta por Umbría? Pues como por el resto de Italia. Mi consejo, coge el coche.
Esto te dará libertad de movimiento, sin horarios fijos, ni retrasos. Podrás ver lugares a los que es difícil acceder en transporte público, hacer rutas alternativas para disfrutar de paisajes que no has visto en fotos, ir a tu ritmo y ser capaz de decidir en el momento, o cambiar de idea, cuando lo desees.
Sin embargo, si no te sientes cómodo conduciendo, aquí va otra sugerencia: el tren.
Este servicio funciona bastante bien en Italia. Casi todos los pueblos (aunque no todos) tienen una estación de tren cercana.
En mi opinión, a pesar de los retrasos y ocasionales huelgas, la red de ferrocarriles italiana es muy buena. Si compras el billete con bastante antelación puedes conseguir precios baratísimos con tarifas ‘supereconomy’. Este tipo de tarifas no acepta cambios ni cancelaciones.
Por otro lado, si compras un billete con conexión, y los retrasos te impiden coger el segundo trayecto, no te preocupes, pues te meterán en el siguiente tren que salga hacia el mismo destino.
Si decides recorrer Italia en tren y olvidarte del tráfico y el aparcamiento, te recomiendo hacer unas vacaciones largas, en las que perder un poco de tiempo no sea un problema. Reserva tus billetes con antelación para aprovechar las tarifas económicas y compra los trayectos espaciados entre sí.
Todas las zonas que visites tendrán mil sitios alrededor que también merecen la pena ser vistos.
Rutas en bicicleta, tours enológicos, poblaciones vecinas, termas públicas, parques naturales…
Date algo de tiempo para disfrutar de cada sitio. Y si no tienes suficiente, mejor, ¡así te irás con ganas de volver!
Nuestra Ruta
Lago Trasimeno
Llegamos un sábado a mediodía a Castiglione del Lago, uno de los pueblos más bonitos a orillas del Trasimeno.
Se trata del lago más grande de Italia, prácticamente en el centro de la misma. Muchos italianos pasan sus vacaciones de verano nadando en su orilla, y no es de extrañar. La belleza y tranquilidad que se respiran en este lugar son sobrecogedoras.
Nos alojamos dos noches en Le Macerine, y nuestra experiencia fue muy buena. Aparcamos en la puerta del hotel y fuimos a comer un bocadillo junto al lago. ¿Qué mejor forma de empezar las vacaciones?
La primera tarde visitamos la ciudad de Castiglione, una pequeña joya medieval construida en lo alto de una colina con vistas al lago y a los campos que lo rodean.
Te recomiendo entrar en la Fortaleza Medieval y disfrutar de la panorámica que ofrece del entorno. Es una auténtica maravilla.
Esa noche cenamos de aperitivos en Porta Senese, con muy buenos vinos y embutidos.
Al día siguiente, realizamos parte de la ruta en bici alrededor del lago; específicamente, desde Castiglione a Pasignano sul Lago.
Fue precioso, pero tuvimos un día tan soleado que sufrimos un poco de insolación a la tarde. Así que, mejor no te olvides del sombrero ni de la crema protectora.
Alquilamos las bicicletas en Cicli Valentini, cuya atención al cliente es inmejorable. Esa noche probamos el restaurante L’Acquario, especializado en pescado, como bien indica su nombre. Fue delicioso y acogedor.
Si quieres saber más detalles de nuestro paso por el Lago Trasimeno y qué ver por la zona, te recomiendo leer la entrada dedicada a él en este link.
Orvieto
Al día siguiente, pusimos rumbo a Orvieto. El camino nos ofreció otra preciosa panorámica del lago Trasimeno contenido entre suaves colinas verdes bajo la niebla. Si quieres saber exactamente por dónde pasamos, echa un vistazo al mapa al final de esta página. En él he marcado la ruta que seguimos con el coche.
Orvieto es una ciudad amurallada construida sobre un antiguo asentamiento etrusco.
Su posición privilegiada, en lo alto de una montaña, le otorga unas vistas que nunca te cansarás de contemplar.
Además, el ambiente de sus calles te transportará a una época remota sin mucho esfuerzo. Sólo tendrás que salir un poco de la vía principal.
Al llegar al pueblo, los dueños del B&B Ripa Medici, donde nos alojaríamos esa noche, nos acompañaron hasta el aparcamiento privado, incluido en el precio. No sólo ofrecen habitaciones con vistas al valle y decoradas con mucho gusto, sino que su atención al cliente es excepcional.
Como aún no habíamos comido, intentamos reservar, sin mucho éxito, uno de los muchos restaurantes que nos recomendaron.
Era lunes de Pascua, por lo que la ciudad estaba tomada por el turismo local. Recuerda, en la medida de lo posible, evita las celebraciones religiosas señaladas, sobre todo, si quieres visitar esta zona con tranquilidad.
Al final, conseguimos comer en la Osteria del Rè, donde no tomaban reservas. Buenísima comida y mejor eficiencia de sus camareras, ¡a un precio insuperable!
Durante la tarde, paseamos por sus calles, visitamos el imponente Duomo y el pozo etrusco, mientras nos empapábamos de su atmósfera medieval y fotografiábamos los mil ángulos de los valles que rodean Orvieto.
Si quieres saber más sobre qué ver y hacer en esta ciudad, echa un vistazo aquí a la entrada de blog en la que hablo de ella con profundidad.
A la mañana siguiente, después de un copioso desayuno, visitamos la torre del reloj para disfrutar, desde las alturas, de unas panorámicas de la ciudad.
Y aún ansiosos por ver una nueva perspectiva, salimos de ella y tomamos carreteras secundarias hasta llegar al bar/mirador Il Belvedere di Orvieto.
En una palabra:
Espectacular.
Merece la pena llegar hasta aquí.
Cività di Bagnoregio
A continuación, pusimos rumbo a la Cività di Bagnoregio, también conocida como ‘la ciudad que muere’.
En realidad, este pequeño pueblo se encuentra en el Lacio, no en Umbria. Pero estábamos tan cerca, que no pudimos dejar pasar la oportunidad. Y no me dirás que su imponente imagen, suspendida sobre el arcilloso Valle dei Calanchi, no mereció la pena.
Conforme cruzas el puente que la une a su vecina, Bagnoregio, puedes sentir, por igual, su belleza y fragilidad.
Una burbuja en el tiempo que lucha por sobrevivir sobre un terreno en constante erosión.
¿Te la vas a perder? Puedes ver dónde comimos y muchos más detalles sobre esta joya medieval en esta entrada, compartida con Orvieto.
Spoleto
Esa misma tarde, partimos hacia Spoleto, donde pasaríamos la noche. Tomamos la ruta que pasa junto al lago di Corbara y Todi, otra población preciosa en la que no tuvimos tiempo de pararnos.
Una vez llegados a Spoleto, aparcamos en la plaza privada del B&B A Casa Mia, donde su dueña nos brindó una acogida maravillosa.
Se trata de una habitación privada para dos personas, con baño propio, adosada a una casa particular justo a las puertas de la muralla que rodea el pueblo. Esto la sitúa en una posición privilegiada para ir andando al centro, puesto que la circulación en Spoleto está restringida.
La estancia del B&B A Casa Mia tiene todo lo necesario, hasta el último detalle. Y la atención recibida por parte de su dueña, que vive en la casa adosada, es excepcional.
Al llegar, te encuentras un rico y variado aperitivo al que no le falta de nada, esperándote dentro de la habitación. Cuando se hace de noche, te acerca una bandeja con infusiones y pastas para que tengas dulces sueños. Y después de un descanso reparador, el desayuno… que me dejó sin palabras.
Una mesa con tamaño para seis u ocho personas a rebosar de todo tipo de tartas y galletas caseras, macedonia de frutas, embutidos y tortas saladas. Había tanta comida, que necesitaba mesas supletorias para que cupiera todo. Y, para colmo, estaba delicioso.
Si viajas en pareja a Spoleto, no lo dudes. No encontrarás trato mejor. Eso sí, no aceptan tarjeta, así que lleva dinero en metálico.
Aprovechamos nuestra estancia para pasear por la ciudad amurallada y disfrutar de las vistas que ofrecía la fortaleza o Rocca y el acueducto romano. Justo al cruzar éste, comienzan varias rutas no muy largas de trekking que parecían interesantes. Fue una pena no tener más tiempo para disfrutar de ellas.
La plaza del Duomo en Spoleto es famosa en Italia por una serie de televisión nacional que se rodó en esta zona: Don Matteo.
Castelluccio di Norcia
A la mañana siguiente, pusimos rumbo a Castelluccio di Norcia, pero tomamos una ruta algo más larga que la sugerida por Google Maps. Gracias a esto, pasamos junto a Capodacqua, Pescara y Arcquata del Tronto, para luego cruzar parte de los montes Sibilinos pertenecientes a Las Marcas, otra región de Italia.
Fue un camino precioso, aunque encontramos algo de nieve junto a la carretera, a pesar de ser abril. Por lo tanto, desaconsejo esta ruta si vas en invierno.
Castelluccio di Norcia y el piano Grande son famosos por la llamada fioritura de la lenteja, que ocurre durante los meses de junio y julio.
Sin embargo, este aislado paraje tiene muchísimo más que ofrecer, comenzando por decenas de rutas de montañismo, tanto a pie como en bicicleta. Su accesibilidad dependerá del clima y concentración de nieve en los mismos.
Al llegar, nos alojamos en el Agriturismo Antica Cascina Brandimarte, en régimen de media pensión, durante dos noches.
Nuestra habitación, Belvedere, tenía vistas al majestuoso monte Vettore, y estaba amueblada de forma sencilla y muy agradable.
El establecimiento ofrece el uso de bicicletas de montaña de forma gratuita. Por lo tanto, después de comer algo, aprovechamos este servicio y recorrimos parte del piano piccolo sobre dos ruedas. El contraste de colores entre la tierra marrón oscura y el blanco de la nieve convertía aquel paraje en una visión impresionante.
Lo único malo fue la subida de vuelta a Castelluccio… demasiado para mí (la foto siguiente lo demuestra).
Esa noche, al igual que la posterior, tomamos una cena deliciosa en el Agriturismo Antica Cascina Brandimarte.
Al día siguiente, realizamos la ruta de senderismo denominada E13, la cual describo con profundidad en la entrada en la que hablo de Castelluccio di Norcia.
Unos veinte kilómetros de recorrido alrededor del piano Grande que te dejarán sin respiración, pero no por su dificultad, sino por la belleza y magnificencia del lugar.
Sencillamente, impresionante. No tiene desperdicio.
Spello
Después de un merecido descanso nocturno, y un gran desayuno en el bufé de nuestro agroturismo, pusimos rumbo a Spello.
Elegimos un camino algo más largo que la ruta rápida recomendada, a través del parque natural, y mereció la pena. Eso sí, prepárate para las curvas de la carretera. Te recuerdo que puedes ver el camino exacto que tomamos en el mapa al final de esta página.
Spello es otra pequeña ciudad amurallada, de las muchas que pueblan Umbria. Ésta, en especial, es famosa por vestirse de flores, literalmente, durante mayo y junio.
El domingo después de Pentecostés, cientos de personas adornan plazas y calles con alfombras de flores colocadas, con sumo cuidado, para formar una imagen concreta. Y esto, no hace otra cosa que sumar a la belleza de sus calles empedradas y el cuidado que ponen sus habitantes a los jardines y maceteros que salpican cada puerta y alfeizar de ventana.
Eso sí, cuando estuvimos nosotros, a principios de Abril, parte de las calles estaban en obras, y había aún pocas flores adornando la ciudad.
Comimos una piadina muy buena y por poco dinero en el Li tre Mammocci. Aviso, no tienen baño. Sin embargo, los servicios públicos se encuentran más o menos cerca.
Assisi
A pocos kilómetros de Spello, se encuentra Assisi, donde pasaríamos la noche en el L’Attico B&B, con preciosas vistas del pueblo amurallado y aparcamiento gratuito.
Tras llegar, tomamos el bus C, que nos dejó en la Piazza Matteotti, en la parte alta de la ciudad. Y fue entonces cuando descubrimos la belleza que esconde este lugar.
Resuena en la memoria gracias al famoso San Francisco de Asís (San Francesco di Assisi, en italiano), pero esta joya medieval es un lugar mágico, lleno de callejuelas y escaleras empedradas, rincones con encanto y miradores hipnóticos. Va mucho más allá de creencias religiosas.
Cenamos en la curiosa Hosteria Nova Baccanale Café, de donde saldrás sabiendo mucho más sobre el lugar y su historia, además de con el estómago lleno y el apetito satisfecho.
Puedes leer más sobre Assisi en esta otra entrada del blog.
Perugia
Al día siguiente, pusimos rumbo a Perugia, donde pasaríamos la última noche y día de nuestro viaje.
Como el alojamiento que habíamos elegido, el B&B Break and Bed, no ofrecía aparcamiento, tuvimos que dejar el coche en una de las zonas de estacionamiento gratuito a las afueras de la muralla. Puedes ver dónde están en el mapa al final de esta página o en el artículo que le dediqué enteramente a Perugia.
La dueña del B&B Break and Bed, Charlene, nos abrió las puertas de su casa mucho antes de la hora de entrada sin ningún problema y con una gran sonrisa en la boca. Así, da gusto viajar.
Nos dio todo tipo de recomendaciones sobre restaurantes, bares, rutas, monumentos, arte, música… ¡Tiene buenas sugerencias para todos los gustos!
Comimos en la Osteria a Priori, la cual resultó ser una gran elección. Luego recorrimos la ciudad y sus calles medievales.
De nuevo, mil pasajes intrincados, reliquias de antaño a cada paso, rincones mágicos y vistas de los campos a su alrededor, conforman la atmósfera de ensueño perfecta que imaginas cuando viajas a estos lugares llenos de historia.
No en vano, se trata de la capital de Umbria.
Perugia es tan especial, que, desde determinados miradores de la misma, puedes disfrutar de vistas panorámicas de otras zonas de la ciudad. Una auténtica maravilla, no te la pierdas.
Puedes leer mucho más sobre ella en esta entrada.
Después de una cena a base de aperitivos en el Umbrò, nos fuimos a descansar. Al día siguiente, llevábamos 8 noches y 9 días de viaje. Había llegado el momento de terminar nuestra escapada y volver a casa.
Nuestro próximo viaje
Una de las cosas que se nos quedó en el tintero fue visitar Castelluccio di Norcia durante la floración de la lenteja, época en la cual el piano Grande se cubre de colores increíblemente hermosos. Eso sí, también se llena de turistas y tráfico, lo cual no es algo que nos haga especial gracia.
Sin embargo, debe ser tan espectacular, que merecerá la pena.
Actualización – Junio, 2017: Recorriendo parte del sur de Italia, intentamos volver a Castelluccio di Norcia en época de fioritura, pero fue imposible acercarse a ella. A causa de los terremotos acontecidos en el último año, todas las carreteras que llevan a él están cortadas al tráfico. Parte del pueblo sigue destruido debido a los temblores. Se nos rompió el corazón, tanto por la situación de Castelluccio como por muchos otros pueblos que vimos destrozados a nuestro paso.
Alrededor de Assisi, por ejemplo, existen campos de lavanda que adquieren también un color espectacular. En este caso, el pico de floración también ocurre entre junio y julio.
Actualización – Junio, 2017: Durante nuestro último viaje por el sur de Italia, conseguimos ver los campos de lavanda en flor. Debido a un invierno duro, la primera floración se había caído, según nos explicaron, y aún no había terminado de salir la segunda. Por lo tanto, a pesar de ser bonito y disfrutar de vistas de Asís, los colores no eran tan espectaculares como esperábamos.
Además hubo pueblos que no pudimos visitar por falta de tiempo, como Gubbio, Narni, Terni o las cascadas Marmore, entre otros muchos lugares.
Espero haberte convencido de que merece la pena visitar esta zona de Italia. A la sombra de su famosa vecina, Umbria esconde tantos tesoros como la Toscana, pero sufre menos afluencia turística que ella… por ahora. ¿A qué esperas? ¡No seas el último en descubrirla!
Recuerda, si necesitas más información o ayuda sobre este destino, no dudes en dejar un comentario más abajo. Te ayudaré encantada en todo lo que esté en mi mano.
Links de utilidad
- Página oficial de red de trenes italianos.
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Manuel Estévez dice
Gracias por la información, todo me resulta interesante y anima a recorrer esa provincia italiana, …tenía un viaje planificado incluyendo Gubbio – donde me gustaría ver sus fiestas s mediados de mayo , Asissi… esperaremos a la próxima primavera adaptándolo a alguno de tus consejos y ampliándolo a unos 12 días.
Gracias..Feliz verano. ..
Celi dice
No hay de qué, Manuel. Me alegra que el artículo te haya inspirado para ampliar tu viaje el año que viene. Estoy segura de que Umbria te encantará.
Muchas gracias por tu comentario y feliz viaje. 🙂